Que levante la mano a quien le guste la coliflor... ¡¡No veo ninguna mano en alto!!
Que levante la mano a quien le guste la coliflor gratinada... ¡¡Ahora ya veo manos levantadas!
La coliflor es uno de esos alimentos que no suele gustar a mucha gente, y menos a los niños. Y es que además, seamos sinceros, a la hora de cocer huele un poco mal. ¡Mira! Os voy a dar un truco para eliminar un poco el olor durante su cocción. Se trata de añadir unas gotitas de vinagre al agua.
Es un alimento muy utilizado en dietas porque tiene mucha agua y un escaso aporte de calorías con bajo contenido en hidratos. Además tiene propiedades diuréticas por el alto valor de potasio y el bajo contenido en sodio, lo que hace que favorezca la eliminación de líquidos. Y aquí podría enrollarme un poco explicando todas las propiedades, vitaminas y minerales que posee recordando aquellos tiempos en los que estudiaba nutrición y dietética... pero se hará un post un poco pesado, así que lo dejamos aquí.
Y es que, además, la receta de hoy muy de dieta como que no es... con su bechamel, el bacon, el queso... ¡Ay! Si todo esto no engordase...
Es una receta que enmascara el sabor de la coliflor, que aunque a mi me gusta, para muchos resulta desagradable. Yo tengo alguno en casa... (y no miro a nadie, jeje)
Las cualidades organolépticas en las que debéis fijaros a la hora de comprar la coliflor son muy sencillas. Deberéis prestar atención a que sea completamente blanca, siempre que sea de esa variedad, ya que existen también amarilla, verde y violeta. Pero nunca debe tener tonalidad marrón y los ramilletes deben estar apretados, sin separación entre unos y otros. La hojas del exterior deben ser verdes y firmes. No se puede prolongar demasiado su cocción porque, además de perder propiedades, se vuelve insípida y, también produce peor olor. El sabor debe ser suave y ligeramente dulce.
Pararme, no me dejéis seguir escribiendo que con lo que me enrollo y me gusta dar la parpayuela no llega nunca la receta... así que, aquí va:
INGREDIENTES
1 coliflor
1 cebolla (si es muy grande la mitad)
250 gr bacon
2 huevos
40 gr mantequilla
40 gr harina
600 ml leche
Queso rallado
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Agua para cocer
Unas gotas de vinagre
Que levante la mano a quien le guste la coliflor gratinada... ¡¡Ahora ya veo manos levantadas!
La coliflor es uno de esos alimentos que no suele gustar a mucha gente, y menos a los niños. Y es que además, seamos sinceros, a la hora de cocer huele un poco mal. ¡Mira! Os voy a dar un truco para eliminar un poco el olor durante su cocción. Se trata de añadir unas gotitas de vinagre al agua.
Es un alimento muy utilizado en dietas porque tiene mucha agua y un escaso aporte de calorías con bajo contenido en hidratos. Además tiene propiedades diuréticas por el alto valor de potasio y el bajo contenido en sodio, lo que hace que favorezca la eliminación de líquidos. Y aquí podría enrollarme un poco explicando todas las propiedades, vitaminas y minerales que posee recordando aquellos tiempos en los que estudiaba nutrición y dietética... pero se hará un post un poco pesado, así que lo dejamos aquí.
Y es que, además, la receta de hoy muy de dieta como que no es... con su bechamel, el bacon, el queso... ¡Ay! Si todo esto no engordase...
Es una receta que enmascara el sabor de la coliflor, que aunque a mi me gusta, para muchos resulta desagradable. Yo tengo alguno en casa... (y no miro a nadie, jeje)
Las cualidades organolépticas en las que debéis fijaros a la hora de comprar la coliflor son muy sencillas. Deberéis prestar atención a que sea completamente blanca, siempre que sea de esa variedad, ya que existen también amarilla, verde y violeta. Pero nunca debe tener tonalidad marrón y los ramilletes deben estar apretados, sin separación entre unos y otros. La hojas del exterior deben ser verdes y firmes. No se puede prolongar demasiado su cocción porque, además de perder propiedades, se vuelve insípida y, también produce peor olor. El sabor debe ser suave y ligeramente dulce.
Pararme, no me dejéis seguir escribiendo que con lo que me enrollo y me gusta dar la parpayuela no llega nunca la receta... así que, aquí va:
INGREDIENTES
1 coliflor
1 cebolla (si es muy grande la mitad)
250 gr bacon
2 huevos
40 gr mantequilla
40 gr harina
600 ml leche
Queso rallado
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Agua para cocer
Unas gotas de vinagre
ELABORACIÓN
Empezamos limpiando la coliflor, la separamos en ramilletes y la cocemos en abundante agua con sal y unas gotas de vinagre. El punto de cocción debe ser «al dente». No podemos cocerla demasiado ya que luego se cocinará aún más en el horno. Una vez cocida la escurrimos bien y la colocamos en una fuente para horno.
Por otro lado ponemos a cocer los huevos.
Mientras se cuecen la coliflor y los huevos, en una sartén se pocha lentamente una cebolla cortada en brunoise. Cuando esté bien rehogada añadimos el bacon y lo cocinamos junto con la cebolla unos minutos. Sazonamos con sal y pimienta. Cuando lo tengamos listo lo agregamos a la fuente de horno, bien repartido por encima de la coliflor.
Pelamos los huevos, los troceamos y los repartimos también sobre la coliflor.
Con la mantequilla, la harina y la leche hacemos una bechamel. Rectificamos de sal y nuez moscada. Debemos darle una consistencia ligera. Si os parece que con las cantidades que os dije queda espesa añadimos un poco más de leche.
En cuanto tengamos lista nuestra bechamel volcamos sobre la fuente de horno. Debemos procurar napar todo el contenido. A continuación disponemos el queso rallado y metemos al horno a gratinar.
A pesar de que la receta se compone de varios pasos, no es una receta para nada complicada. El tiempo de elaboración no es mucho, ya que muchas cosas se pueden cocinar a la vez.
Si te gusta la receta, o si te apetece contarme como la haces tú, puedes dejarme un comentario al final del post.
Gracias por leerme.
Besín y hasta el próximo post.
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